Si el Internet abierto no deja de sorprendernos, lo que se oculta bajo la capa del DNS en la deep web (la Internet profunda y mayormente ilegal) nos ofrece ejemplos que, como Atlantis, nos hacen temblar sólo por su simple existencia.
Las profundas aguas de la deep web (ese abismo de la Internet no navegable por DNS ni navegadores tradicionales que guarda todos los tesoros hundidos de la civilización) no dejan de sorprender incluso por la mera existencia de algunas de las páginas que pueden encontrarse. En estos días apareció un comercial del sitio Atlantis, una nueva tienda que promete ser el eBay del mercado negro.
Atlantis parece ser una versión ampliada y más amigable de Silk Road, otra sede de peregrinación en el Internet “ilegal”, y tal vez para celebrar que llegaron a los $500 mil dólares en ventas decidieron que el siguiente paso era anunciar su existencia con un bonito video (después del salto). Como pueden imaginar, Atlantis sólo es accesible para los surfistas familiarizados con Tor y la navegación con proxys, pues no se trata de una simple tienda de curiosidades o un mercado de pulgas (a menos que vengan de un perro muy, muy terrible).
Además de cientos de tipos y categorías de drogas (recreativas tanto como medicamentos de prescripción, como Prozac, Xanax o Viagra), Atlantis ofrece un inventario virtualmente inagotable de productos: identificaciones falsas, dulces exóticos (tanto como un Kinder Bueno es exótico) monedas de distintos países, metales valiosos (oro y plata), además de bitcoins y tarjetas de crédito funcional. La interfaz del sitio lo vuelve navegable y práctica, pues uno necesita cierto orden para no perderse.
Torlez.
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