La investigación se basa en la proporción facial del ancho por el largo de la cara o índice FWH, por sus siglas en inglés, que se obtiene dividiendo la distancia horizontal máxima del extremo derecho y el izquierdo del rostro entre la distancia que separa la zona superior del labio del punto más alto de las cejas. Pues bien, según los científicos, las caras masculinas que asociamos a personas más dominantes y exitosas son aquellas con un ratio FWH alto, es decir, más anchas que largas. Por el contrario, tendemos a asociar los rostros alargados con una limitada capacidad de liderazgo y menores niveles de éxito.
Según Jamie Ward, coautor del trabajo, hay dos posibles explicaciones a este hallazgo. Un opción es que el FWH sea realmente un indicador visible de la personalidad dominante de un individuo, dado que también se asocia a ciertos niveles de testosterona. La otra posibilidad es que los humanos tendamos a escoger como líderes a individuos con el rostro ancho.
Torlez.
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